viernes, 30 de junio de 2017

La más sabia de todas las sabidurías reside en la actitud - Bertolt Brecht



Un profesor de filosofía acudió a la casa del señor Keuner para mostrarle su saber. Pasado un rato, el señor K. le dijo: -Estás sentado de una manera incómoda, hablas incómodamente, piensas incómodamente. Encrespado, el profesor de filosofía respondió: -No se refería a mí lo que quería saber, sino al contenido de lo que estaba diciendo. No tiene ningún sentido -dijo el señor Keuner-. Andas con torpeza y no he visto que tus pasos condujeran a ninguna parte. Hablas de manera oscura y tu conversación no ha arrojado ninguna luz. Basta con ver tu actitud para perder las ganas de conocer tu objetivo.
Bertold Brecht. Historias del señor Keuner. Barral Editores, 1974

lunes, 26 de junio de 2017

poemas e.e.cummings



puesto que sentir es lo primero
quien preste alguna atención
a la sintaxis de las cosas
nunca te besará del todo;

ser del todo un tonto
mientras la Primavera está en el mundo

mi sangre aprueba,
y los besos son un destino mejor
que la sabiduría
señora lo juro por todas las flores.   No llores
-el mejor gesto de mi cerebro es menos
que el parpadeo de tus pestañas que dice

somos el uno para el otro: entonces
ríe, recostada entre mis brazos
porque la vida no es un párrafo

y la muerte pienso no es ningún paréntesis.

Traducción de Santiago Perednik  


jueves, 22 de junio de 2017

El meteoro de Jaques Prevert



Entre los barrotes de los locales disciplinarios
una naranja
pasa como un relámpago
y cae en la tinaja
como una piedra
Y el prisionero
todo salpicado de mierda
resplandece
Ella no me ha olvidado
Ella siempre piensa en mí.
                                          (histoires)

sábado, 17 de junio de 2017

Diálogo sobre un diálogo de Jorge Luis Borges


A. –Distraídos en razonar la inmortalidad, habíamos dejado que anocheciera sin encender la lámpara. No nos veíamos las caras. Con una indiferencia y una dulzura más convincentes que el fervor, la voz de Macedonio Fernández repetía que el alma es inmortal. Me aseguraba que la muerte del cuerpo es del todo insignificante y que morirse tiene que ser el hecho más nulo que puede sucederle a un hombre. Yo jugaba con la navaja de Macedonio; la abría y la cerraba. Un acordeón vecino despachaba infinitamente la Cumparsita, esa pamplina consternada que les gusta a muchas personas, porque les mintieron que es vieja... Yo le propuse a Macedonio que nos suicidáramos, para discutir sin estorbo.
Z (burlón). –Pero sospecho que al final no se resolvieron.
A (ya en plena mística). –Francamente no recuerdo si esa noche nos suicidamos.
Jorge Luis Borges, el Hacedor.

domingo, 11 de junio de 2017

La verdad es la única realidad de Francisco "Paco" Urondo



Del otro lado de la reja está la realidad, de
este lado de la reja también está
la realidad; la única irreal
es la reja; la libertad es real aunque no se sabe
bien
si pertenece al mundo de los vivos, al
mundo de los muertos, al mundo de las
fantasías o al mundo de la vigilia, al de la
explotación o de la producción.
Los sueños, sueños son; los recuerdos, aquel
cuerpo, ese vaso de vino, el amor y
las flaquezas del amor, por supuesto, forman
parte de la realidad; un disparo en
la noche, en la frente de estos hermanos, de estos
hijos, aquellos
gritos irreales de dolor real de los torturados en
el angelus eterno y siniestro en una brigada de
policía
cualquiera
son parte de la memoria, no suponen
necesariamente el presente, pero pertenecen a
la realidad. La única aparente
es la reja cuadriculando el cielo, el canto
perdido de un preso, ladrón o combatiente, la voz
fusilada, resucitada al tercer día en un vuelo
inmenso cubriendo la Patagonia
porque las
masacres, las redenciones, pertenecen a la realidad,
como
la esperanza rescatada de la pólvora, de la inocencia
estival: son la realidad, como el coraje y la
convalecencia
del miedo, ese aire que se resiste a volver
después del peligro
como los designios de todo un pueblo que
marcha hacia la victoria
o hacia la muerte, que tropieza, que aprende a
defenderse, a rescatar lo suyo, su
realidad.
Aunque parezca a veces una mentira, la única
mentira no es siquiera la traición, es
simplemente una reja que no pertenece a la
realidad.

Cárcel de Villa Devoto, abril de 1973

sábado, 10 de junio de 2017

LXXII de Juan Gelman


con amenazas y promesas con veneno y ajenjo
los albañiles edificaron la casa del rey
y después no pudieron holgar porque
vino la muerte a darles otro empleo
los albañiles le dijeron a la huesuda
no nos lleves hay qué hacer todavía
hay que revocar a fino las paredes hay que
limpiar las manchas de cal los carpinteros
tenían que mejorar el acabado
de las puertas los marcos de las puertas
los pintores no habían terminado de pintar
¿cómo nos vas a tomar ahora? le decían
pero la muerte dijo que
necesitaba un palacio como aquél y más
bello que aquél y quería que trabajaran para ella y
los empezó a separar por oficio
hasta que llegó a Hiranyaka el mejor
de los albañiles autor de paredes famosas y cuando
lo iba a pasar al otro lado le preguntó
¿dónde está tu corazón?
tiene que venir también tu corazón
no lo tengo contestó Hiranyaka
ha hecho su casa en una mujer

miércoles, 7 de junio de 2017

A veces, a tu lado... de Macedonio Fernández




















A veces, a tu lado,
se entrecierran tus ojos y me olvidan ....

Olvidado y cerca de tí
soy como quien quedó en la noche
a la cabecera de un amor que se ha dormido.
Pero no duermes, partes; amas siempre, pero no
a mí.
Vigilo entonces
la anudación que se labra entre nuestras horas
y ardientemente busco
echar, sin que lo sepas,
nuevo nudo, invisible y el más fuerte.
Mas no puedo trabarlo cuando ya has tornado.

Y siempre quedaré temiendo
ese pasado tuyo que vuelve,
ese presente tuyo que me quitas.



Macedonio Fernández en ''Poemas''
De: Ediciones Corregidor.

lunes, 5 de junio de 2017

Gente de Hamlet Lima Quintana



Hay gente que con sólo decir una palabra
enciende la ilusión y los rosales:
que con sólo sonreír entre los ojos
nos invita a viajar por otras zonas,
nos hace recorrer toda la magia.

Hay gente que con sólo dar la mano
rompe la soledad, pone la mesa,
sirve el puchero, coloca guirnaldas;
que con sólo empuñar una guitarra
hace una sinfonía de entre casa.

Hay gente que con sólo abrir la boca
llega hasta los límites del alma,
alimenta una flor, inventa sueños,
hace cantar el vino en las tinajas
y se queda después como si nada
y uno se va de novio con la vida
desterrando una muerte solitaria
pues sabe que a la vuelta de la esquina
hay gente que es así, tan necesaria.

domingo, 4 de junio de 2017

El negador de milagros Anónimo.


Chu Fu Tze, negador de milagros, había muerto; lo velaba su yerno.
Al amanecer, el ataúd se elevó y quedó suspendido en el aire, a dos cuartas del suelo. El piadoso yerno se horrorizó.
-Oh, venerado suegro -suplicó- no destruyas mi fe de que son imposibles los milagros.
El ataúd, entonces, descendió lentamente, y el yerno recuperó la fe.


En Antología de la Literatura Fantástica. Borges, Ocampo, Bioy Casares

El péndulo de Foucault (1988) de Umberto Eco. (fragmento)



Pues bien. En el mundo están los cretinos, los imbéciles, los estúpidos y los locos.
--¿Falta algo?
--Sí. Nosotros dos, por ejemplo. O, al menos, no es por ofender, yo.
En suma todo el mundo, si se mira bien, participa de alguna de esas categorías. Cada uno de nosotros de vez en cuando es un cretino, un imbécil, un estúpido o un loco. Digamos que la persona normal es la que combina razonablemente todos esos componentes o tipos ideales.
[…]
--Yo lo conozco poco, por eso hago mi tesis. Pero, siga hablándome de su tipología. ¿Cómo es el genio, Einstein, por ejemplo?
--El genio es el que pone en juego uno de esos componentes de manera vertiginosa, alimentándolo con los demás. --Bebió. […]
--Espero que no se haya tomado mi teoría como palabra santa. No pretendo arreglar el universo. Estoy diciendo qué es un loco para una editorial. Es una teoría ad hoc, ¿vale?
--Vale. Ahora invito yo.
--Vale. Pílades, por favor, con menos hielo. Si no, hace efecto en seguida. Veamos. El cretino ni siquiera habla, babea, es espástico. Se aplasta el helado contra la frente, no puede ni coordinar los movimientos. Entra en la puerta giratoria por el lado opuesto.
-¿Cómo es posible?
--Él lo consigue. Por eso es un cretino. No nos interesa, se le reconoce en seguida, y no aparece por las editoriales. Dejémosle donde está.
--Dejémosle.
--Ser imbécil ya es más complicado. Es un comportamiento social. El imbécil es el que habla siempre fuera del vaso.
--¿A qué se refiere?
--Así --apunto el índice hacia su vaso y lo clavó en la barra--. Quiere hablar de lo que hay en el vaso, pero, esto por aquí, esto por allá, habla fuera. O si prefiere, es el que siempre mete la pata, el que le pregunta cómo está su bella esposa al individuo que acaba de ser abandonado por la mujer. ¿Me explico?
--Se explica, conozco a algunos.
--El imbécil está muy solicitado, sobre todo en las reuniones mundanas. Incomoda a todos, pero les proporciona temas de conversación. En su versión positiva llega a ser diplomático. Habla fuera del vaso cuando otros han metido la pata, consigue cambiar de tema Pero a nosotros no nos interesa, no es nunca creativo, trabaja de prestado, de manera que no presenta manuscritos en las editoriales. El imbécil no dice que el gato ladra, habla del gato cuando los demás hablan del perro. Confunde las reglas de conversación, y cuando las confunde bien es sublime. Creo que es una raza en extinción, un portador de virtudes eminentemente burguesas. Necesita un salón Verdurin, o mejor, Guermantes. ¿Todavía leéis esas cosas, vosotros los estudiantes?
--Yo si.
--El imbécil es Murat que pasa revista a sus oficiales y cuando ve a uno, de la Martinica, recubierto de condecoraciones, va y le pregunta: “Vous etes negre?” Y el otro responde: “Oui mon genéral!”, Murat replica: “Bravo, bravo, continuez!” Y cosas por el estilo. ¿Lo capta? Perdone, pero esta noche estoy festejando una decisión histórica de mi vida. He dejado de beber. ¿Quiere otro? No diga nada, me haría sentir culpable. ¡Pílades!
--¿Y el estúpido?
--Ah. El estúpido no se equivoca de comportamiento. Se equivoca de razonamiento. Es el que dice que todos los perros son animales domésticos y todos los perros ladran, pero que también los gatos son animales domésticos y por tanto ladran. O que todos los atenienses son mortales, todos los habitantes del Pireo son mortales, de modo que todos los habitantes del Pireo son atenienses.
--Y lo son.
--Si, pero de pura casualidad. El estúpido incluso puede decir algo correcto, pero por razones equivocadas.
--Se pueden decir cosas equivocadas, con tal de que las razones sean correctas.
--Vive Dios. ¿Si no por qué tomarse tanto trabajo para ser animales racionales?
--Todos los grandes monos antropomorfos descienden de formas de vida inferiores, los hombres descienden de formas de vida inferiores, por tanto todos los hombres son grandes monos antropomorfos.
--No está mal. Ya estamos en el umbral en el que sospechamos que algo no funciona, pero es necesario un esfuerzo para demostrar qué es lo que no cuadra y por qué. El estúpido es muy insidioso. Al imbécil se le reconoce en seguida (y al cretino ni qué decir), mientras que el estúpido razona casi como uno, sólo que con una desviación infinitesimal. Es un maestro del paralogismo. No hay salvación para el redactor editorial, debería emplear una eternidad. Se publican muchos libros escritos por estúpidos, porque a primera vista son muy convincentes. El redactor editorial no está obligado a reconocer al estúpido. No lo hace la academia de ciencias, ¿por qué tendría que hacerlo él?
-Tampoco lo hace la filosofía. El argumento ontológico de San Anselmo es estúpido. Dios tiene que existir porque puedo pensarlo como el ser dotado de todas las perfecciones, incluida la existencia. Confunde la existencia en el pensamiento con la existencia en la realidad.
--Si, pero también es estúpida la refutación de Gaunilo. Puedo pensar en una isla en el mar aunque esa isla no exista. Confunde el pensamiento de lo contingente con el pensamiento de lo necesario.
--Una batalla entre estúpidos.
--Claro, y Dios se divierte como un loco. Decidió ser impensable sólo para demostrar que Anselmo y Gaunilo eran estúpidos. Qué motivo más sublime para la creación, qué me digo, para el acto mismo en virtud del cual Dios determina su propio ser. Todo para poder denunciar la estupidez cósmica.
--Estamos rodeados de estúpidos.
--No hay salida. Todos son estúpidos, salvo usted y yo. Mejor dicho, no es por ofender, salvo usted.
--Algo me dice que esto tiene que ver con el teorema de Godel.
--No sé nada, soy un cretino. ¡Pílades!
--Me toca a mí.
--Después dividimos. El cretense Epiménides dice que todos los cretenses son mentirosos. Si lo dice él que es cretense y conoce bien a los cretenses, es cierto.
--Eso es estúpido.
--San Pablo. Epístola a Tito. Ahora esta otra: todos los que piensan que Epiménides es mentiroso tienen que creer a los cretenses, pero los cretenses no creen a los cretenses, por tanto ningún cretense piensa que Epiménides es mentiroso.
--¿Eso es estúpido o no?
--Decídalo usted mismo. Ya le he dicho que no es fácil reconocer al estúpido. Un estúpido puede llegar incluso a ganar el premio Nobel.
-Déjeme pensar... Algunos de los que no creen que Dios haya creado el mundo en siete días no son fundamentalistas, pero algunos fundamentalistas creen que Dios ha creado el mundo en siete días, por tanto nadie que no crea que Dios haya creado el mundo en siete días es fundamentalista. ¿Es o no estúpido?
--Dios mío; realmente hay que decirlo... no sé, ¿a usted qué le parece?
--Siempre es estúpido, aunque pueda resultar cierto. Viola una de las leyes del silogismo. De dos premisas particulares no pueden extraerse conclusiones universales.
--¿Y si el estúpido fuese usted?
--Estaría en buena y muy antigua compañía.
--Pues sí, la estupidez nos rodea. Y quizá para un sistema lógico diferente nuestra estupidez sea sabiduría. Toda la historia de la lógica es un intento por definir una noción aceptable de estupidez. Demasiado ambicioso. Todo gran pensador es el estúpido de otro.
--El pensamiento como forma coherente de estupidez.
--No. La estupidez de un pensamiento es la incoherencia de otro pensamiento.
--Profundo. Son las dos, falta poco para que Pílades cierre y aún no hemos llegado a los locos.
--Ya llego. Al loco se le reconoce en seguida. Es un estúpido que no conoce los subterfugios. El estúpido trata de demostrar su tesis, tiene una lógica, cojeante, pero lógica es. En cambio, el loco no se preocupa por tener una lógica, avanza por cortocircuitos. Para él, todo demuestra todo.
El loco tiene una idea fija, y todo lo que encuentra le sirve para confirmarla. Al loco se le reconoce porque se salta a la torera la obligación de probar lo que se dice; porque siempre está dispuesto a recibir revelaciones.
Y le parecerá extraño, tarde o temprano el loco saca a relucir a los templarios.
Il pendolo di Foucault (1988). Umberto Eco.

sábado, 3 de junio de 2017

Mao Zedong de Xiao Kaiyu











El gran hombre que elimina la parafernalia del color
y reduce al mínimo el protocolo de las formas
para concentrarse en el contenido preciso
ama el gris plateado –el color de las nubes- y el azul- el color del océano-,
el aspecto ordenado
de lo grandioso. Le gusta un país así,
con el sol igual que una condecoración
en la frente, suspendido sobre la multitud.
La vasta realidad recién salida del horno
tejiendo lo infinito en lo finito de una plaza borrosa
construida alrededor de los palacios dorados,
que son en realidad de simple arcilla.
Los periódicos aclaman la victoria del ideal
y la marea sube y sube fuera de control.
Un huracán hecho de millones ahonda el pozo de las banderas.
Un oleaje de velámenes arrastra el agua hacia el cielo,
dejando detrás el lecho seco del mar y esqueletos de barcos.
Duerme en un pileta llena de viejos libros,
en un taller reformado, contemplando el aire,
repitiendo sentencias breves y cortantes,
de un sentido perdido para siempre bajo las espinas de su lenguaje.
El lenguaje del guerrero proviene de una batalla invisible,
¿y quién sería capaz de entenderlo?


[1987]

Carta en abril de Inger Christensen

Temprano llegamos una mañana
casi antes de despertarnos.
El aire es pálido y un poco frío
y se eriza leve sobre la piel
como una pielcita de humedad.
Hablamos de la tela de araña,
cómo sucedió,
y de la lluvia que lavó el agua
en el camino, mientras dormíamos
mientras viajábamos
sobre la Tierra.
Entonces estamos en casa
y nos bañamos en el polvo del camino
como entre gorriones.