Temprano llegamos una mañana
casi antes de despertarnos.
El aire es pálido y un poco frío
y se eriza leve sobre la piel
como una pielcita de humedad.
Hablamos de la tela de araña,
cómo sucedió,
y de la lluvia que lavó el agua
en el camino, mientras dormíamos
mientras viajábamos
sobre la Tierra.
Entonces estamos en casa
y nos bañamos en el polvo del camino
como entre gorriones.
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